La exposición al calor puede darse en distintos lugares de trabajo. Las calderas, los hornos de panificación, los altos hornos, los sistemas de fundición y los equipos de gran magnitud son fuentes significativas de calor en los lugares de trabajo. Para los que trabajan al aire libre, el sol es la fuente principal de calor. En las minas, las gradientes geotérmicas y los equipos contribuyen a la exposición al calor. La humedad de los lugares de trabajo también contribuye al estrés térmico. La clave en la prevención de un gran estrés térmico es el conocimiento de los peligros inherentes a un trabajo con exposición al calor y de los beneficios de implementar los correspondientes controles y prácticas de trabajo. Esta capacitación se los proporcionará.